Es muy dudoso que exista alguien en este planeta que no haya deseado alguna vez cambiar algo de sí mismo. Los kilos, la piel, el color de ojos, la estatura o el dedo chiquito del pié, está en nuestra naturaleza desear más o mejor, y la sociedad en la que vivimos ciertamente aporta para que nos sintamos con frecuencia poco conformes con lo que la naturaleza nos dio.
Lo que hasta hace unos años nos parecía algo poco natural, que subyugaba a la mujer y era un símbolo de la presión social que sufría su cuerpo, es hoy una tendencia de moda. El “waist training”, como se le llama al uso de corsés para modificar la figura, ha pasado de ser de interés y práctica exclusivos de grupos pequeños a ser un fenómeno de moda. Recientemente la famosísima estrella de Reality TV, Kim Kardashian publicó en su Instagram que está “obsesionada con waist training”, lo que llevó a millones de fans a preguntarse sobre la nueva tendencia.
Aleira Avendano, una modelo de 25 años de la ciudad de Caracas, Venezuela, es una precursora del movimiento y usa un corsé de waist training desde hace 7 años, todos los días, 23 horas al día. Aleira solo se quita el corsé para bañarse y descansar unos minutos y afirma que si bien inicialmente fue horrible y muy doloroso, pero con el tiempo el dolor cedió y ahora solo siente una pequeña presión, y hasta le resulta incómodo estar sin su faja. No conforme con la pequeña cintura que ha formado con la ayuda del corsé, la modelo venezolana le dio más volumen a sus caderas y glúteos por medio de cirugía para realzar su figura de reloj de arena.
A pesar de las recomendaciones de su médico de no seguir achicando el contorno de su cintura, Aleira insiste en continuar y disfruta de la atención que su cuerpo atrae.
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